Operación pañal respetuosa

Llega la primavera y con ella la temida operación pañal, ya sea porque toca, porque el niño o la niña se van haciendo mayores o por presión por parte de otros familiares. Pero una cosa hay que tener clara: por mucho que nos esforcemos en quitarles el pañal, si el niño o la niña no están preparados, nos costará muchísimo más.

El control de esfínteres es un proceso evolutivo ligado a la maduración de los niños, y se empieza a alcanzar entre los dos años y medio y los tres años. Esperamos la llegada del verano porque es más cómodo, pero si un niño tiene entre año y medio y dos años, es muy probable que nos cueste, que nos pasemos horas con el niño sentado en el orinal y sin mucho éxito.

Después de varios intentos fallidos con mis dos hijos, he llegado a la conclusión que sólo hay una forma de quitar el pañal con éxito, y es esperando a que los pequeños estén listos para ello.

Algunas señales que nos indican que podemos empezar a retirar el pañal:

• El niño o la niña se da cuenta de que hace pipí o caca y nos lo dice.
• Si se da cuenta, nos pide que le cambiemos porque se siente incómodo.
• Cuando le cambiamos el pañal, suele salir seco.
• Se sabe subir y bajar los pantalones solito/a.
• Muestra interés por el orinal, ya sea porque lo ve en la escuela o ve a los hermanos.
• Dice que no quiere el pañal o que le molesta.

Nuestsra experiencia

Os voy a contar el caso de mis dos hijos: a los dos les intentamos quitar el pañal cuando no tenían ni dos años, en verano, pero se les escapaba el pipí y sólo se daban cuenta cuando ya era demasiado tarde. Con los dos lo probé al cabo de unos meses, cuando tenían ambos unos 29-30 meses, y aprendieron solitos. Empezaron a mostar interés por el orinal, decían que no querían ponerse el pañal y éste les molestaba. Al mayor se lo quité, y en una semana tuvo algún escape, pero después de eso ya no hubo más incidentes.

Ahora estamos en proceso de quitárselo a la pequeña, porque nos lo ha pedido ella. Hace unos días que no lo lleva y hoy ha sido el primer día que ha ido a la escuela sin él, y ha sido todo un éxito. Hace pipí unas cuantas veces mientras estamos en casa, pero es capaz de retenerlo y soltarlo cuando se sienta en el orinal. Cada vez que hace pipí la felicitamos y se pone muy contenta, dice que ya es una niña mayor y que ya no quiere pañal.

Algunos consejos que pueden ayudar en el proceso:

• Es importante felicitar, pero no premiar, porque luego pedirán siempre el premio después de ir al baño y será peor tener que quitar el premio.
• Es importante que vean a sus hermanos o a otros compañeros usando el orinal. La imitación es un buen aprendizaje.
• Si les compramos ropa interior bonita y que les guste, les encantará dejar de lado los pañales para ponerse las braguitas o los calzoncillos nuevos.
• Es importante que usen ropa cómoda para que sepan vestirse y desvestirse solitos. Entre los dos y los tres años están ganando mucha autonomía y les encantará bajarse solitos los pantalones.
• Es bueno también organizar el cuarto de baño para que ellos solos puedan subir y bajar del váter, poner escalones, reductores, el papel a mano…
• Existen muchos cuentos que hablan de este tema, así que es una buena manera para introducirles en el tema y que se sientan identificados con personajes que también se quitan el pañal, igual que ellos.
• Preguntarles frecuentemente si quieren hacer pipí, pero sin pasarse. No podemos agobiarles.
• Si hay escapes, no podemos reñirles ni castigarles. Hay que armarse de paciencia y explicarles dónde hay que hacer pipí por enésima vez, y decirles que a la próxima seguro que lo harán en el váter.
• Si se lo quitamos, es recomendable quitárselo del todo para no confundirlo, y que no sepa si lleva el pañal o no lo lleva. Aún así, hay que entender que habrá retrocesos y que son normales, dado que no se trata de un proceso lineal.

Y, por supuesto, mucha paciencia, mucho respeto y mucho amor. Se pone presión a las madres y a los padres para que hagan cosas que supuestamente tienen que estar haciendo según la edad de sus hijos (sácale la teta, sácale el chupete, todavía lleva pañal?, cambiala de habitación…), cuando en realidad tendríamos que estar escuchándolos mucho más. No tomará teta toda la vida, no llevará pañal toda la vida, no dormirá en la cama de sus padres toda la vida.