Felices tres, mi pequeña
Hoy cumples tres. Intento recordar, pero no me hace falta. Lo tengo tan presente que es como si fuera ayer. El embarazo, los meses difíciles, los instantes previos a verte la carita… La angustia, los nervios, la calma tensa, la felicidad pura, el amor incondicional, infranqueable, sin barreras ni límites. Cuando te vi, quise protegerte. Mi niña pequeña, frágil, no podía pensar que tendrías nada malo. No me entraba en la cabeza. Estabas allí, eras perfecta a nuestro parecer, y nada podría cambiar nuestra percepción. Sí, lo pasamos mal, y seguimos pasándolo mal, pero verte tan feliz, tan bien, tan sana… Eso es lo único que importa al final. Ahora…
Felices dos años, mi pequeña
Hoy hace dos años nos faltaban horas contadas para verte la carita. Dicen que llegaste cinco días más tarde de lo previsto, pero yo sé que esperaste el momento que te tocaba. Estabas preparada, pero nosotros no. Tu llegada fue sencilla, tranquila y emotiva. A las cinco de la tarde fuimos al hospital con calma, pero con la convicción de que se acercaba la hora, y cuando llegamos a la sala de admisiones yo ya no me aguantaba en pie. Nos hicieron pasar en seguida, sabiendo que ya me quedaría allí, y que saldríamos contigo en nuestros brazos. La comadrona se sorprendió en ver que ya estaba dilatada de seis…
Felices cinco años, pequeño gran superhéroe
Han pasado doce meses y te has convertido en un niño grande. Has aprendido a nadar, a leer y a razonar con más lógica y sentido común que algunos adultos que conozco. Me sorprende tu coherencia y tus respuestas inesperadas, y me gusta que mantengas tu inagotable energía y tu terquedad. Te conocí a las cinco de la madrugada de hace ya cinco años. A veces te miro y no recuerdo cómo eras cuando tenías diez días de vida, o tres meses, o seis, o un año y medio. Me da miedo olvidar, y por eso escribo. Por eso fotografío. Por eso, para tu aniversario, me gusta recordar cómo eres…