Juguetes educativos: «Yo aprendo a leer», de Diset

Llega otra vez la etapa del aprendizaje de la lectoescritura. El mayor, que tiene seis años, ya está consolidando la lectura y la escritura. Lee de modo bastante fluído y escribe bastante bien, aunque evidentemente con errores ortográficos que ya irá aprendiendo a corregir poco a poco.

Ahora es el turno de la pequeña, que tiene tres años y medio y se interesa por las letras. En la escuela, están empezando a identificar algunas letras utilizando los nombres de los niños y niñas de la clase, así como su propio nombre. Mi hija señala la letra de su inicial por todas partes y se emociona cuando la encuentra. También empieza a identificar la J, la D, la E… todas ellas relacionadas con nombres de niños de la clase. Sabe escribir su nombre, el de su hermano, y escribe mama y papa, todo de memoria. Veo que tiene interés, y por eso le propongo juegos que puedan estimular su aprendizaje, sin prisa, sin presión, siempre a su ritmo. ¿Qué mejor manera que hacerlo a través de juguetes educativos?

La lectoescritura a los tres años

Es alrededor de los tres años de edad cuando los niños y niñas empiezan a mostrar interés por escribir algunas palabras que sean significativas para ellos. Estas suelen ser nombres, los suyos propios o los de algún miembro de la familia. Además, empiezan a preguntar qué letras son las que encuentran por la calle, por los carteles o en las camisetas.

Si los niños y niñas todavía no sienten interés por las letras, no hay que preocuparse, dado que cada niño tiene su ritmo, pero sí que es importante motivarle, leyéndole cuentos, cantando canciones o escribiendo su nombre en algunas de sus pertenencias o en la pared de su habitación. No hay que agobiarles ni sobreestimularles, puesto que el interés por la lectoescritura termina llegando tarde o temprano.

Yo aprendo a leer, de Diset

Tenemos un juguete educativo que recupero de mi hijo mayor. A él ya no le supone mucho reto este juego, más que el intentar acertar qué palabra concreta hay que escribir, dado que algunos dibujos pueden ser algo ambiguos. Ahora es la niña, de tres años y medio, la que se divierte buscando las letras que hay que colocar para formar palabras.

Se trata de «Jo aprenc a llegir» o «Yo aprendo a leer», un maletín con unas fichas con dibujos, y unas casillas al lado con unos agujeros para que se encajen las fichas con las letras correspondientes. Tienen un código de color y un sistema autocorrectivo, por lo que si el niño escoje la letra errónea, no le encajará en los agujeros. Los colores de cada casilla dan pistas y ayudan a buscar una de las letras de ese mismo color, de forma que aunque los niños sean pequeños, podrán más o menos intentar averigurar qué letra tienen que buscar.

¿Cómo se juega?

Mi hija todavía no conoce todas las letras, pero nos viene bien para iniciarla a la identificación de estas y reforzar las que ya conoce. Primero le pregunto qué ve en el dibujo. Después, empiezo a decir la palabra en voz alta muy lentamente letra por letra, intentando que sea ella misma la que se de cuenta de las letras que forman la palabra, haciendo énfasis en cada sonido de cada letra. Si empieza por alguna de las letras que conoce, ya suele ir directa a la ficha para colocarla. Se ha dado cuenta de que hay el código de colores y de agujeros, de forma que si ve dos casillas con el mismo color y los mismos agujeros, sabe que son dos letras iguales seguidas, como dos RR o dos LL.

Si no conoce la letra que tiene que coger, le digo «La dddd de Daniel», y así se acuerda de cual es, la busca y la coloca en su sitio.

En la escuela utilizan el método Montessori para aprender a leer y a escribir, así que en casa hacemos lo mismo con ella. Con esta metodología, se empieza a trabajar el sonido de cada letra tal y como suena, y no con el nombre de la letra. Por ejemplo, la D no la llamamos «de» sino dddd. De esta forma, los niños aprenden a leer y a escribir usando los sonidos para poder llegar a formar palabras.

Me gusta este juego porque a parte de aprender las letras, puede practicar la motricidad fina, dado que no es fácil coger las fichas de las letras y encajarlas en su casilla correspondiente.

¿Qué contiene el juego?

Este juego está pensado para niños de entre 3 y 6 años de edad. Hay un total de 15 láminas y se pueden llegar a formar hasta 90 palabras en total. Se guardan de forma ordenada en el maletín y éste se puede transportar de forma muy cómoda sin que se abra, y sin que se desordenen las fichas. Nos viene genial para cuando salimos de escapada y queremos que los niños se diviertan a la vez que aprenden.

Un juego muy recomendable, como casi todo lo que hace Diset.