Beneficios de jugar con agua y arena

¿Por qué a los niños y niñas les gusta tanto jugar con la arena? ¿Quién no se relaja pasando las manos por la arena de la playa? Jugar con arena aporta a los niños y niñas muchísimos beneficios, como el desarrollo psicomotriz, la estimulación sensorial o la creatividad, entre otros.

Puede que haya niños/as a los que les disguste. A mi hija le costó acostumbrarse al tacto desconocido de la arena, pero poco a poco empezó a tolerarlo. En realidad, dada su alta sensibilidad, hay muchas texturas que no le gustan, como pisar la hierba con los pies descalzos, el agua muy fría o muy caliente o la nieve, por ejemplo. Y eso hay que entenderlo y respetarlo.

Pero en general, los niños y niñas disfrutan poniendo las manos en diferentes texturas y experimentando lo que se siente.

Y es que jugar con la arena aporta los siguientes beneficios:

Desarrollo motriz

Los niños y niñas en la playa corren por la arena, se levantan, se sientan, cargan cubos con agua… Todo esto fortalece su musculatura. No solo fortalece la motricidad gruesa (músculos, fuerza, saltos) sino que también trabaja la motricidad fina, con el uso de palas y rastrillos, o cuando hacen diferentes construcciones, practicando así su coordinación mano-ojo. Además, andar o correr por encima de la arena fortalece, también, sus pies y tobillos, así como los músculos de las piernas.

Creatividad

Cuando los niños y niñas juegan con la arena, entran de lleno en el juego simbólico y crean mágicos castillos, puentes, casas, carreteras o pozos. Todo esto desarrolla su imaginación, pues son capaces de inventar miles de historias y dar nombre a sus fantásticas construcciones. Las posibilidades de juego en la arena son practicamente ilimitadas.

Beneficios que jugar con arena y agua aporta a los niños

Estimula los sentidos

La arena desarrolla el sentido del tacto. Mezclar arena seca con mojada, tirarla al aire, escarbar, hacer bolitas… Todo esto son estímulos que en general les encantan. Además, puede ayudar a los niños muy inquietos a relajarse y concentrarse en sus creaciones.

Socialización

Cuando los/as niños/as juegan en el exterior y en la naturaleza, conocen diferentes ambientes y probablemente interactuarán con otros niños y niñas mientas juegan. Entre ellos, planificarán qué hacer, a qué jugar o como construir sus creaciones de arena, y todo esto les brindará valiosas experiencias.

Desarrollo cognitivo

Sin darse cuenta, los niños y niñas llenan cubos de arena y agua, y experimentan las diferentes medidas, volúmenes, peso y mezclas heterogéneas. Todo esto hace que vayan integrando estos conceptos sin aún ponerle nombre, pero que formarán parte de sus conocimientos y que serán capaces de recuperar en otros entornos y situaciones. También experimentaran conceptos como lleno/vacío, seco/mojado o ligero/pesado con sus propias manos.

¿Y a vosotros, como adultos, os gusta jugar con la arena? A mi me encanta volver a ser niña y rebozarme de arena mientras juego con mis hijos. Qué ganas de playa… ¿Verdad?

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